Las imágenes de Dios con las que uno crece de pequeño, se quedan vacías de sentido y eso hace que muchos se desprendan de ellas y, finalmente, rompan su vínculo con Dios.

Diversas generaciones de creyentes ha aprendido un concepto legítimo pero limitado de Dios (todos los conceptos humanos de Dios son limitados); se encuentran, por educación o por carácter, sin posibilidad de alternativa o voluntad de ampliación en su rígida catequesis y, al encontrar situaciones en la vida que no encajan con ese concepto, dejan el concepto y dejan a Dios. Es decir, dejan al Dios que conocían. Si lo hubieran conocido mejor, no lo habrían dejado. Hay que abrirle ventanas al alma, hay que dejar a Dios ser Dios.

La mejor manera de contrarrestar el ateísmo —misión de misiones en el mundo de hoy (y quizá de siempre) — es entender mejor a Dios. Nada menos que esa es la ambición quijotesca de este libro.

Acerca del autor:

 Carlos González Vallés (Logroño, 4 de noviembre de 1925 – Madrid, 8 de noviembre de 2020) fue un autor prolífico que se integró en la Compañía de Jesús siendo adolescente, para vivir con profunda intensidad su vocación misionera. A los 24 años de edad se fue a vivir a la India, donde residió durante cincuenta años. Allí impartió Matemáticas en la Universidad de Ahmedabad, y vivió su vocación pastoral integrándose en las comunidades indias.

Ha escrito aproximadamente un centenar de libros en inglés y español, y unos setenta volúmenes en lengua guayaratí —la lengua de Mahatma Gandhi— por lo que se le ha otorgado numerosos premios.

 Páginas: 192

Formato: 14 x 20 cm.